La adoracion de los Reyes Magos

Albrecht Dürer (1471-1528)

La adoración de los Reyes Magos es un óleo sobre tabla.

Hemos tenído la suerte de contemplar ese bonito cuadro en la galería Uffizi de Florencia (Italia).

Fue realizado después del viaje de Venecia del autor, por lo que se nota influencia de la pintura renacentista italiana, en particular en el vivo cromatismo y la luz muy veneciana que ilumina el cuadro. En la figura de la Virgen se observan influencias de Giovanni Bellini. La arquitectura de la parte posterior revela la influencia de Andrea Mantegna.

Destaca en esta obra el tratamiento de la perspectiva. En efecto, la dirección del punto de fuga es diagonal, algo que será propio de la pintura barroca posterior. Con gran precisión estudia esta perspectiva y las proporciones.

Representa la escena de la Adoración de los Reyes, que ocupa el centro de la escana, un poco hacia la izquierda. Son cuatro figuras monumentales cuyas expresiones, sin embargo, resultan bastante simples. La Virgen María, a la izquierda, sostiene al Niño sobre sus rodillas. Frente a él se encuentra Melchor, arrodillado, siempre representado como el más viejo de los tres. Detrás de él es reconocible la figura del moro Baltasar, representado como un joven negro. Prácticamente en el centro quedaría el tercer rey mago, Gaspar, vuelto hacia Baltasar, y que tiene el rostro del propio Durero

                                                                                                                          

4 respuestas to “La adoracion de los Reyes Magos”

  1. ¡¡Qué bonito!!. Es todo un estudio. Mañana, con más tiempo volveré para ver los hipervínculos y leer todo. Ahora voya apagar. Un fuerte abrazo querida María José.

  2. Muchas gracias.
    Ese cuadro me causó mucha ternura cuando lo vi, las dos veces que estuve en la Galería de los Uffizi.

  3. kasfepy@yahoo.es Says:

    No había en apariencia
    ningún cambio en el mundo,
    mas tres hombres de ciencia
    veían más profundo,
    movidos por amor
    y por sabiduría:
    la estrella que brilló
    les llenó de alegría.

    Por ella dejan todo,
    abandonan su hogar,
    pues saben que es el modo
    de encontrar la verdad.
    Conocen que ella anuncia
    que nacerá el Mesías
    y a lo demás renuncian
    desde ese mismo día.

    Perdido el mundo ignora
    que está naciendo Dios;
    los tres sabios adoran
    al Niño que nació.
    ¡Qué fe tan exultante!
    ¡Qué exceso de cariño!:
    los Magos caminantes
    se postran ante el Niño.

    Postrados ante Él,
    por amor desbordados,
    al Niño de Belén
    presentan sus regalos.
    Y mientras adoraban
    en aquel niño a Dios,
    la Palabra encarnada
    sus vidas trasformó.

  4. kasfepy@yahoo.es Says:

    Yo soy Gaspar. Aqui traigo el incienso

    Vengo a decir: La vida es pura y bella.

    Existe Dios. El Amor es inmenso.

    Todo lo se por la divina Estrella!

    .

    Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.

    Existe Dios. El es la luz del día.

    La blanca flor tiene sus pies en lodo

    y en el placer hay la melancolia!

    .

    Soy Baltasar. Traigo el oro.

    Aseguro que existe Dios.

    El es el grande y fuerte.

    Todo esto lo se por el lucero puro

    que brilla en la diadema de la muerte.

    Gaspar, Melchor y Baltasar, Callaos.

    Triunfa el amor a su fiesta os convida

    Cristo resurge, hace la luz del caos

    y tiene la corona de la vida!

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